Autor: Santiago Elia (Director de Innovación de Alta Gerencia Internacional)
Cada vez que me siento a escribir repito lo mismo, no puedo dejar pasar tanto tiempo entre post y post. Esta vez la excusa son los viajes, estuve yendo a varios lugares de Argentina a dar clases, eso sumado a algún que otro proyecto laboral grande y demandante me tuvieron un poco alienado del mundo exterior.
Entre todos los viajes, estuve unos días en Tandil, en la Universidad del Centro. Además de volver con el colesterol considerablemente más alto, volví con un feedback interesante sobre un tema que últimamente ocupa bastante lugar en mi cabeza, la innovación.
En la escuela me enseñaron que dada la teoría de la selección natural de Carlitos Darwin, en el mundo sobrevive el más apto. En mi cabeza siempre el más apto fue el más “fuerte”. El grande se come al chico, basicamente. Los ratones se comen a los insectos, las víboras a los ratones, los búhos a las víboras, los felinos a los búhos y los seres humanos a todos… preferentemente en un buena asado y con un buen vino.
Mucho tiempo después, se me ocurrió leer la teoría de la selección natural, y ahí aprendí que estaba equivocado. Quien sobrevive no es el más fuerte sino el que más se adapta al cambio y en el mundo de los “negocios” el que más se adapta al cambio, en general, no es el más grande.
Es explica porqué Apple pudo con IBM en su momento y porqué seguramente un grupo de emprendedores “pueda” con Apple en algún momento.
Entonces, lo que hace bailar al mono, no es la moneda sino la innovación. Y muchas veces (no todas, puedo dar fe de ello en organizaciones que conozco muy bien) la innovación se desvanece con el éxito (y el tamaño de una organización es consecuencia de su éxito), es como Apollo le decía a Rocky, perdiste el ojo del tigre, tenes que recuperarlo!
y porqué la innovación es clave? porque determina el valor económico futuro. Y el valor económico futuro es más importante que la rentabilidad de este ejercicio? No existe una respuesta certera a eso, pero poca gente explica esto tan bien como el ahora Profesor Emérito Alberto Levy. Búsquenlo, busquen sus libros (una ayudita: www.albertolevyblog.com). Si yo tuviera que responder sin pensar demasiado, apostaría al valor futuro, la rentabilidad de hoy siempre puede ser “compensada” por inversores, si la visión de futuro es clara.
Después de esto, está más que claro que el secreto del éxito debería ser la innovación no? y la siguiente pregunta debería ser, cómo innovamos?
Ayer o ante ayer tuve una charla con una médica (si les digo que es mi novia, automáticamente van a asumir que perdí la discusión no?) sobre los respirocitos. Un concepto de nanobots que inyectados en la sangre podrían suplir la función del corazón durante un ataque cardiáco y transportarla oxigenada a todo el cuerpo. Esto daría una ventana de varias horas para resolver un paro en el corazón. http://en.wikipedia.org/wiki/Respirocyte
Cuando le contaba esto, además de destrozar cualquier concepto médico que yo pueda tener, me miraba con una cara de “eso es imposible” y desde mi absoluta inocencia médica, yo no lo veo tan lejano…. Y este tipo de reacciones son normales cuando hablamos de innovación, hay que escaparle al no y construir la confianza creativa.
“Design Thinking” es una forma de pensar la innovación, les recomiendo que investigue sobre esto. Casi terminando, les dejo esta charla que me parece muy interesante y resume varios conceptos:
Por último, y seguramente lo más importante, no te olvides que le cerebro tiene 2 partes y en todo momento hay que alimentarlas a ambas. El hemisferio izquierdo con su lógica y el derecho, creativo no elijas solo una parte (Einstein y Chaplin convivían sin problemas) y ahora si, por último, sonreí.
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