top of page
Buscar

Confianza: el valor de ayer, de hoy, de mañana y de siempre.

(dialogo virtual entre José María Gasalla y Oscar Malfitano Cayuela)



Confianza: el valor de ayer, de hoy, de mañana y de siempre.

Diálogo virtual de sobre la confianza, sustentado en la confianza que existe José María Gasalla (JMG), autor de este material que comenta Oscar Malfitano Cayuela  (OMC)



Izquierda de la imágen: Oscar Malfitano Cayuela

Derecha de la imágen: José María Gasalla.


OMC: Tengo la esperanza firme al dialogar virtualmente contigo, renovaremos nuestra confianza, porque pienso que tú harías lo mismo por mí en este caso, por ello, me atrevo a comentar tus enseñanzas y compartirlas con quiénes nos siguen en el blog de Alta Gerencia Internacional y en www.josemariagasalla.com


JMG: ¿Cómo podría un niño dejar de ser dependiente si no confiase en los demás? Nacemos confiando pero poco a poco nos hacen ver que no puede confiarse en todo ni en todos.


OMC: Graham Greene (1904-1991) nos diría a ambos: “Es imposible ir por la vida sin confiar en nadie; es como estar preso en la peor de las celdas: uno mismo”.



JMG: Aprendemos entonces: Que la vida exige límites a nuestros impulsos y deseos. Que no todo es posible. Que el

ideal suele ser diferente a la realidad

Pero ante una realidad que es difícil que sea como nos gustaría que fuese, podemos asomarnos con una actitud de confianza o por el contrario desconfiando ya de entrada. Y esa actitud cada uno de nosotros es libre de escogerla.


OMC: Ernest Hemingway (1899-1961) me dijo que: “La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.


JMG: Y por supuesto conforme vamos caminando por la vida, van apareciendo situaciones que traicionan nuestra confianza. Y que individuos sin escrúpulos toman ventaja de nuestra disposición a confiar. Y nos hacen daño y nos tientan a cerrarnos, a no confiar. Y hacemos una de las peores cosas que podemos hacer  generalizamos, universalizamos, es decir, asumimos que si uno, dos o veinte, nos han traicionado lo mismo van a hacer todos los demás. Excepto mi mamá.


OMC: Tienes razón JMG, Samel Johnson (1709-1784) escribió en la nube: “Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado”.


JMG: Y eso nos lleva o nos debería llevar a la necesidad de abandonar la confianza ciega, y darnos cuenta que tenemos que tenemos que vivir desde la confianza inteligente.


OMC: El ser humano es naturalmente empático y la empatía al igual que la confianza son genéticas, ambas están relacionadas con las emociones básicas y sin saberlo, hay personas como tú y como yo que tienen alta predisposición a confiar, pues en el inicio de nuestra relación hubo poco análisis racional, ambos tuvimos una actitud de apertura, positiva, hasta podríamos decir que fuimos y somos: crédulos. No hemos sido ingenuos, y mantenemos nuestra confianza casi ciega, porque nuestros valores se mantienen y no hubo traición.


JMG: ¿Qué significa confianza inteligente? Tenemos que prestar atención poner nuestra conciencia, analizar cada situación, cada persona, y determinar qué nivel de confianza me ofrece.

Significa también que cada contexto ofrece una confianza diferente, y significa también que la confianza es una cuestión que evoluciona en el tiempo y que tenemos que de tanto en tanto actualizar. No nos llevemos sorpresas.


OMC: La confianza puede reforzarse o debilitarse de acuerdo a las acciones de nosotros y de los otros; la sospecha hacia el otro hace bajar los niveles de confianza.



JMG: Aprendemos entonces: Que la vida exige límites a nuestros impulsos y deseos. Que no todo es posible. Que el ideal suele ser diferente a la realidad

Pero ante una realidad que es difícil que sea como nos gustaría que fuese, podemos asomarnos con una actitud de confianza o por el contrario desconfiando ya de entrada. Y esa actitud cada uno de nosotros es libre de escogerla.


OMC: Ernest Hemingway (1899-1961) me dijo que: “La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.


JMG: Y por supuesto conforme vamos caminando por la vida, van apareciendo situaciones que traicionan nuestra confianza. Y que individuos sin escrúpulos toman ventaja de nuestra disposición a confiar. Y nos hacen daño y nos tientan a cerrarnos, a no confiar. Y hacemos una de las peores cosas que podemos hacer  generalizamos, universalizamos, es decir, asumimos que si uno, dos o veinte, nos han traicionado lo mismo van a hacer todos los demás. Excepto mi mamá.


OMC: Tienes razón JMG, Samel Johnson (1709-1784) escribió en la nube: “Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado”.


JMG: Y eso nos lleva o nos debería llevar a la necesidad de abandonar la confianza ciega, y darnos cuenta que tenemos que tenemos que vivir desde la confianza inteligente.


OMC: El ser humano es naturalmente empático y la empatía al igual que la confianza son genéticas, ambas están relacionadas con las emociones básicas y sin saberlo, hay personas como tú y como yo que tienen alta predisposición a confiar, pues en el inicio de nuestra relación hubo poco análisis racional, ambos tuvimos una actitud de apertura, positiva, hasta podríamos decir que fuimos y somos: crédulos. No hemos sido ingenuos, y mantenemos nuestra confianza casi ciega, porque nuestros valores se mantienen y no hubo traición.


JMG: ¿Qué significa confianza inteligente? Tenemos que prestar atención poner nuestra conciencia, analizar cada situación, cada persona, y determinar qué nivel de confianza me ofrece.

Significa también que cada contexto ofrece una confianza diferente, y significa también que la confianza es una cuestión que evoluciona en el tiempo y que tenemos que de tanto en tanto actualizar. No nos llevemos sorpresas.


OMC: La confianza puede reforzarse o debilitarse de acuerdo a las acciones de nosotros y de los otros; la sospecha hacia el otro hace bajar los niveles de confianza.




OMC: Querido José María, tus escritos me motivan a dialogar a la distancia, también tus bellas palabras y enseñanzas del vivir, me han hecho recordar a Enrique Santos Discépolo autor del tango “Cambalache” escrito en el año 1934, que fuera un himno del siglo pasado y que continúa vigente más de 80 años después, quizás con ello, pueda sintetizar tus sentimientos los que comparto y a los que me adhiero para renovar nuestra confianza inteligente que engrosa el hilo rojo de nuestra relación.

Pero antes de emocionarte con la música, bajé una frase de la nube que nos viene muy bien:

Truman Capote (1924-1984) escribió  “Cuando alguien te da su confianza, siempre quedas en deuda con él”


Gratitud José María Gasalla, por renovar nuestra confianza, nuestros índices y valores de confianza se mantienen muy altos, más allá de las estadísticas.




Va un recordatorio de la letra de “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo:

El mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el quinientos seis y en el dos mil también. Que siempre ha habido chorros maquiavelos y estafaos , contentos y amargaos valores y duble. Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseados . Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor Ignorante sabio o chorro generoso o estafador; todo es igual nada es mejor lo mismo un burro que un gran profesor. No hay aplazaos, ni escalafón, los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura, y otro roba en su ambición da lo mismo que sea cura, colchonero rey de bastos caradura o polizón. Que falta de respeto, que atropellaba la razón cualquiera es un señor cualquiera es un ladrón; mezclao con Stavisky va Don Bosco y “La Mignon” Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín . Igual que en la vidriera , irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida y herida por un sable sin remaches ves llorar la Biblia contra un bandoneón. Siglo veinte cambalache problemático y febril el que no llora no mama y el que no roba es un gil, dale que va, dale nomas, que allá en el horno nos vamos a encontrar . No pienses más, sentáte a un lao que a nadie importa si naciste honrao. Es lo mismo el que trabaja, noche y día como un buey que el que vive de los otros que el que mata que el que cura o está fuera de la ley.


OMC: Querido maestro y amigo, te pido tu autorización para publicar el presente y compartirlo con nuestra gente que valora tus enseñanzas.


JMG: Está estupendo hermano. Enriqueces mi texto y mi pensamiento.Muchas gracias por tu sensibilidad y honradez. Eres un gran compañero en el camino.


OMC: Gratitud y amistad, José María, te informo que el “Dr. Piedrola” está pensando cómo jugar un partido de básquet virtual, con un aro en la nube, para llenarlo juntos, de triples que continúen las buenas acciones del saber  la amistad.

bottom of page