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Neurociencias y Coaching para cambiar los hábitos

Actualizado: 25 feb 2020

Autora: Sofía Romano (Directora de Coaching de Alta Gerencia Internacional)



Cambiar hábitos, una misión posible


Siempre percibimos las cosas en el espejo reflejado de la memoria; a la hora de plantearnos un cambio, debemos también pensar como cambiar hábitos y creencias. La Neurociencia demuestra que:

“Siempre es posible cambiar los hábitos”

Los hábitos, según los neurocientíficos, surgen porque el cerebro siempre busca el modo de ahorrar energía, por lo que su tendencia natural es convertir casi cualquier situación ya vivida en una rutina. El problema es que el cerebro no diferencia entre los buenos y los malos hábitos.


Así, señala Charles Duhigg, “una vez que hemos desarrollado la rutina de sentarnos en el sillón, en vez de salir a correr, o la de comer cada vez que vemos una caja de donuts, esos patrones permanecerán en nuestra conducta”; quizás Duhigg podría estar en lo cierto porque los hábitos son tan poderosos que consiguen que el cerebro se aferre a ellos y excluya todo lo demás, incluido el sentido común, pues de otra forma no se entiende que tantas personas tropiecen una y otra vez en la misma piedra.


Cuando llevas un tiempo intentando un cambio que no se produce, tiene mucho que ver tu “modus operandi”, tu manera de pensar o hacer las cosas. Puede que algún hábito o creencia te esté bloqueando el camino. Si llevas tiempo intentado algo que no consigues debes cambiar la forma en que lo estás intentando.


Adoptar nuevos patrones es algo difícil y doloroso porque significa desalojar circuitos neuronales profundos y cómodos. También requiere usar partes del cerebro que requieren más esfuerzo y energía.


Según la neurociencia los hábitos y las rutinas, reforzados con los años, están cómodamente instalados en las neuronas pero es posible reformular actitudes y creencias basándonos en la plasticidad neuronal que es la capacidad de la mente para aprender y por lo tanto modificarse a sí misma.


Coaching:

¿Una palabra nueva para nombrar viejas prácticas o verdaderamente un paradigma alternativo de management?


“Coaching es el arte de hacer preguntas para ayudar a otras personas, a través del aprendizaje, en la exploración y el descubrimiento de nuevas creencias que tienen como resultado el logro de los objetivos”.


Es un tipo particular de aprendizaje que requiere entrega y transformación para modificar el tipo de observador que somos y abrirnos posibilidades para generar nuevas y diferentes respuestas y diseñar futuro, por eso también se denomina ontológico, pues remite a la particular forma de ser de cada quien, y por lo tanto de actuar de las personas.


El mundo es entendido como un espacio de posibilidades en el cual el lenguaje genera realidades, porque es activo y regenerativo.


Como disciplina emergente se basa en el vínculo comprometido y responsable entre dos personas, Coach y Coachee, en la que ambos, operan esencial pero no excluyentemente, con herramientas conversacionales que tienen la particularidad de ser planificadas y confidenciales, utilizando una metodología basada en preguntas, que ayudan al participante a explorar sus propias creencias, valores, fortalezas y limitaciones.


Como consecuencia de esta exploración, la persona es capaz de tomar determinadas decisiones y de comprometerse en un proceso de cambio y de aprendizaje.


El crecimiento se basa en procesos de aprendizaje que pretenden ampliar la capacidad para liberar el mayor potencial de las personas, más que la transmisión tradicional de conocimientos; en esta relación la función del Coach es la de socio facilitador del aprendizaje


Los conceptos referidos al aprendizaje individual, son igualmente aplicables al mundo de las empresas, así que podemos acordar que el aprendizaje organizacional refiere a los procesos conducentes a incrementar la capacidad de acción efectiva de las organizaciones, facilitando una modificación en las acciones de las personas que la componen.


Se presenta, entonces, como una conversación que crea una nueva cultura y no como una técnica dentro de la cultura subyacente.


En un mundo donde todo se habla y se nombra en exceso, si logro reconocer en el prójimo, en el próximo a un legítimo otro entonces el desafío de acompañarlo en la búsqueda de nuevas miradas será enriquecedor y nutritivo para ambos, me refiero al

Yo, al Tu y a ese Nosotros que significa y dignifica el encuentro.


Es respetar la palabra, honrar los compromisos y construir la confianza, en una relación dialéctica de cooperación con compasión, más no con complacencia. Es saltar por arriba de las convenciones sociales, sortear los límites de lo predecible para construir un mundo donde todos quieran pertenecer.


Es hora ya de despojar al proceso de crecimiento personal de tanto forzado intelectualismo; el verdadero arte radica en aquello que moviliza, que provoca y conmueve.


Siempre hay algo para aprender en cada episodio de nuestra vida y de ese aprendizaje compartido, se crece. Y con el crecimiento, se enseña…


Somos seres humanos física y químicamente emocionales, no es nada malo, solo se convierte en una limitación cuando no hacemos más que acceder a las mismas emociones y actitudes todos los días, sin ir a ningún sitio en términos de cambiar o de evolucionar en nuestra vida.


En este sentido, desde la perspectiva del Coaching, basado en enriquecer el modelo mental, aborda los cambios como retos que le dan al cliente la oportunidad para desarrollar y crecer personal o/y profesionalmente, reestructurando así su representación y percepción de la realidad.


Como definición, Coaching es, entonces, un paradigma alternativo de management que posibilita:

• Una nueva manera de observar el mundo, a partir de la reconexión con nuestras emociones • Un conjunto de competencias para asistir a los individuos y a los equipos para lograr resultados sin precedentes. • Una manera diferente de relacionarse con las personas, la acción y los resultados


Síntesis:

El surgimiento de un nuevo de SER.
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